¿Qué es el té matcha? Conoce su historia, origen y elaboración

Imagen de un té matcha con sus accesorios como el chasen

Hoy toca hablar del té matcha, esa popular infusión que llega desde tierras niponas y ha ganado cada vez más terreno gracias a sus variados beneficios, exquisito sabor y facilidad de preparación. Para este artículo, nos enfocaremos en contarte un poco de la historia de esta bebida, el origen y qué significa su nombre, así como su proceso de elaboración y otras curiosidades. Sigue leyendo y entérate de más.

¿Qué es el té matcha?

Para empezar, el té matcha es un tipo de té en polvo que proviene de China, pero su gran popularidad se debe a los monjes Zen de Japón. Por ello, la historia más difundida, aunque errónea, es que es originario de la tierra del sol naciente. Sin embargo, los primeros vestigios de esta hierba son chinos.

Siendo estrictos, el té matcha surge de la mezcla del insumo llamado tencha, que es un tipo de hoja de té que pasó por un proceso de secado. Sin embargo, lo elemental y que diferencia al té matcha es que su ingrediente base es el tencha. Este, al ser molido, pasa a formar un polvo fino y de color verde brillante. Su sabor peculiar y diversos beneficios no hacen más que ayudar a que gane cada vez más terreno en el mercado occidental.

Imagen del té matcha y los accesorios para su elaboración
El consumo del té matcha es todo un ritual purificador

Conoce la historia del té matcha

La historia del primer té matcha se remonta a la ceremonia del té, que se rastrea hasta principios del siglo IX de nuestra era, en China. Efectivamente, se trata de un consumo antiguo, considerando que las primeras de estas hojas en su variante más popular, es decir, el té clásico, datan de hace más de 4500 años.

Sin embargo, el consumo actual del té matcha y su preparación son herencia de la dinastía Song. Esta se encargó de perfeccionar el método de procesamiento y preparación del matcha. Así, se encargaron de moler estas hojas con el conocido batidor que mezcla dicho polvo con agua caliente.

Otro dato interesante es que su preparación y consumo fueron parte del ritual budista chan. Según la tradición, el monje budista Saicho, de la secta Tendai, llevo la bebida a Japón a principios del siglo X de nuestra era. Desde esos años hasta ahora, los monjes zen beben de un gran tazón el delicioso té, que sirve como preámbulo a sus largas horas de meditación.

Composición del té matcha

La composición química del té matcha es la responsable de los beneficios asociados con esta infusión. Entre ellos destacan sus bases xánticas y polifenoles, como por ejemplo, flavonoides, catecoles, taninos catéquicos y ácidos fenólicos.

Al ser un té, su composición mayoritaria es la teína, seguido de la teofilina, teobromina, adenina y xantina. Entre los flavonoides, se encuentran el kempferol, quercetina y miricetina. Sus ácidos fenólicos son el clorogénico, cafeico y gálico. También tiene aminoácidos libres como el 5-N-etil-glutamina otheanina. Por último, posee vitaminas del grupo B y sales minerales como el fluoruro.

Gracias a dicha composición es que el té matcha tiene, entre sus diversos beneficios, el de ser un estimulante del sistema nervioso central. Reduce los niveles de migraña y destaca por sus propiedades antioxidantes. Pero sobre ello, hemos preparado un artículo específico para hablarte de los beneficios del té matcha.

Elaboración tradicional

Has de saber que la elaboración del té matcha no solo es una cuestión de cultivo, sino que se asocia con trabajos bastante delicados y una tradición espiritual transmitida de generación en generación. Si vamos al principio, el trabajo inicia semanas antes a la cosecha, que suele ser en la primavera nipona. En esta época, las hojas del té se oscurecen al no tener contacto directo con el sol debido al reciente invierno. Por ello, los niveles de clorofila y aminoácidos son altos en ellas.

Una vez recolectadas, pasan a ser cocidas al vapor de forma breve. Esto se hace para inhibir la enzima PPO, causante de la oxidación. Además, sirve para mantener el color y sus cualidades nutritivas. Para evitar la humedad, las hojas ya cocidas son secadas muy lentamente. Culminado este proceso, la hoja deja de llamarse “aracha” y pasa a ser “tencha”. Esta última es la única que puede ser usada en la producción de este té y recibir la denominación de “matcha” luego de quitarse los tallos y nervaduras.

Plantación de té
El té matcha se sigue cultivando de forma tradicional

El paso siguiente es la molienda de estas hojas, sin que sean expuestas a la luz o el calor. Para molerlas, se usan bloques de granito que dan como resultado un polvo verde brillante y fino: este es el conocido como té matcha.

El proceso artesanal lleva su tiempo, siendo específicos, aproximadamente una hora para obtener 40 gramos de té matcha. Sí, tal y como lees, de ahí el valor que se le da tanto en Japón como fuera de él.

Procesamiento del matcha

Como dijimos, son las hojas de tencha las usadas para hacer el polvo que sirve del base para el té matcha. Estas hojas son también la materia prima para la preparación del gyokuro, otro té verde japonés. Para el caso del matcha, las hojas de tencha son pulverizadas en molinos de granito a baja velocidad. Esto se hace así para no sobrecalentar las hojas y conservar su sabor.

Existe un estándar para la pulverización del tencha. Actualmente, este va desde 5 hasta 10 micrones (un milímetro contiene 1000 micrones), lo que da origen al polvo del matcha. Con este, ya tenemos la base para preparar un delicioso té matcha.

Lo cierto es que dependiendo del momento del cultivo, las marcas comerciales y demás variantes, este tradicional té puede ser preparado de muchas formas. Para ayudarte con ello, tenemos artículos relacionados que detallan tanto las formas de preparar el té matcha como el sabor que pueden tener de acuerdo al tiempo de la cosecha, porque sí, existen calidades según el mes en el que las hojas fueron recogidas.

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