Nuestro té matcha
Té matcha con una tradición milenaria
Nuestro té matcha es el resultado de una tradición milenaria que ha cruzado fronteras y continentes. Cada hoja de té se cultiva con cuidado en su hábitat natural, entre suelos ricos en minerales y un clima ideal para obtener la pureza de sabor. Lo que hace especial al matcha de nuestra producción es su autenticidad y equilibrio de sabor, sus acentos herbales suaves y un toque terroso ligero que aviva los sentidos.
En China, el cultivo sigue siendo una producción artesanal que mantiene el vibrante color verde del polvo, suavidad y rico sabor, lo que hace que nuestro matcha sea una elección ideal tanto para el consumo diario como para darle un toque especial a tus recetas favoritas.
Al elegir Atsumi Naturals, no solo tomas una taza de té, sino también una historia y una tradición en su forma más pura y honesta, para aquellos que buscan lo verdadero e inigualable.
El origen de nuestro té
El té matcha tiene profundas raíces en la historia china, donde la cultura del té ha sido un pilar esencial durante miles de años. Aunque el matcha se asocia comúnmente con Japón, fue en China donde se comenzó a desarrollar la técnica de moler las hojas de té en polvo fino. Durante la dinastía Tang (618-907), los monjes budistas adoptaron el consumo de té molido como parte de sus prácticas meditativas, aprovechando sus efectos energizantes y su capacidad para promover la concentración.
Más tarde, en la dinastía Song (960-1279), el té en polvo se convirtió en un arte refinado. Los rituales del té eran comunes entre la nobleza y los intelectuales, quienes organizaban ceremonias en las que se mezclaba el té en polvo con agua caliente, batiéndolo hasta lograr una espuma fina en la superficie, similar a la preparación del matcha actual. Fue en este periodo que el té en polvo alcanzó su máximo esplendor en China, con estilos y métodos de preparación que inspiraron las ceremonias japonesas que surgirían más adelante.
Cultivo tradicional
El cultivo de nuestras plantas de té se realiza en suelos ricos en nutrientes, cuidadosamente seleccionados y libres de pesticidas o productos químicos, lo que asegura que el matcha sea completamente orgánico. Las hojas se protegen de la luz solar durante las últimas semanas antes de la cosecha, lo que potencia la concentración de clorofila, dando lugar a ese vibrante color verde que caracteriza al matcha.
El proceso de recolección es manual, lo que permite seleccionar solo las hojas más tiernas y jóvenes. Esta técnica no solo garantiza la calidad del producto, sino que también asegura un trato justo para los agricultores, quienes son valorados por su habilidad y dedicación.
Tras la recolección, las hojas se procesan de manera cuidadosa y artesanal. El secado y molienda se realizan con herramientas tradicionales, como molinos de piedra, para conservar las propiedades nutritivas y antioxidantes del matcha. Este método de procesamiento no genera desechos tóxicos, lo que lo hace respetuoso con el medio ambiente.
Los notas de sabor de nuestro té matcha
El té matcha chino se caracteriza por tener unas notas profundas que muchos aficionados al té aprecian. Este matiz sofisticado aporta profundidad al perfil de sabor, ofreciendo una experiencia más rica y auténtica que refleja las características del entorno natural donde se cultiva el té. Es un rasgo que lo diferencia del matcha japonés, conocido por su sabor más delicado y suave, y permite que cada sorbo tenga un carácter único.
Para quienes buscan una experiencia de té que se salga de lo convencional, el toque caracerístico del matcha chino es una oportunidad para explorar un lado menos conocido del matcha. Además, ese sabor es un indicativo de la riqueza mineral del suelo en el que crecen las hojas, lo que aporta beneficios adicionales en cuanto a su valor nutricional.
El té matcha chino es una expresión auténtica de la naturaleza y la tradición del té en China, ofreciendo una experiencia genuina y compleja que invita a disfrutar del matcha de una manera diferente.